La alternativa al PP

El tablero político que tenemos a día de hoy es realmente una incógnita. No en vano, lo único que tenemos claro es que el Partido Popular, a pesar de los muchos casos de corrupción y a pesar de los muchos recortes que ha aplicado, ha sido capaz no solo de ganar las elecciones sino de aumentar con el paso del tiempo la ventaja que tiene sobre sus rivales más directos. Además ha logrado el apoyo de una de las denominadas como fuerzas del cambio que no es otra que Ciudadanos por lo que incluso ha podido modernizar en cierto modo todo lo que tiene que ver con la imagen que proyecta a otros partidos y a otros votantes.

Como decíamos al inicio de este artículo, este panorama se presenta muy desolador sobre todo si tenemos en cuenta que la izquierda no es capaz de articular los mecanismos necesarios para consolidarse como una oposición. Ni que decir tiene, por supuesto, que si todavía no pueden ser una oposición firme y que reme en la misma dirección, nunca va a poder ser una alternativa, al menos ahora, de gobierno. Y es que no hay más que ver las rencillas internas y las ansias de poder de algunos para entender la situación.

En primer lugar tenemos al PSOE. Un partido que no solo está en crisis sino que al mismo tiempo tiene a algunos de sus dirigentes enfrentados por el poder. Un poder que no va a poder ser de una persona sola si tenemos en cuenta la fragmentación del partido. Por todo ello, algunos de los que ya se han postulado como candidatos, como Pedro Sánchez y Patxi López, deberían aunar fuerzas en lugar de restar ya que la derecha, si algo tiene de bueno, es que siempre permanece unida a pesar de los contratiempos que pueda sufrir.

Por otro lado tenemos a Podemos. Una fuerza emergente que ha ganado mucho protagonismo en la escena política pero que como consecuencia de las luchas internas que han tenido no han tenido más remedio que rearmarse en cuanto a estructura interna se refiere lo que le ha llevado a perder algo de presencia. De hecho, son muchos sus seguidores los que no ocultan que todo este trasiego de declaraciones en contra de algunos dirigentes no solo no les ha gustado sino que puede ser motivo más que suficiente para cambiar el sentido de su voto en unas futuras elecciones favoreciendo, por supuesto, al PSOE.