La ciudad condal se ha convertido en una ciudad fetiche para la población extranjera de gran poder adquisitivo, y no solo por su enorme valor turístico, sino también por su gran atractivo residencial. Esto ha provocado que el reclamo de viviendas de lujo en Barcelona no haya hecho más que crecer desde hace unos cuantos años atrás, ¿qué ha generado esto? Que cada vez sea más fácil encontrarse en con casas espectaculares en las calles de la propia capital catalana, ubicadas en alguno de los barrios y distritos más prestigiosos de la ciudad.
Si hablamos de barrios exclusivos en Barcelona, tenemos que hacer mención obligatoria al Distrito de Sarrià-Sant Gervasi. Se trata de una de las zonas más apartadas del núcleo urbano de Barcelona, pero a su vez, con más encanto de toda la ciudad. El gran valor de este distrito es las vistas de toda la ciudad que se pueden ver desde él, sin ninguna, duda, las mejores de toda la capital. Ubicado en las faldas del Tibidabo, aún conserva ese aire señorial introducido por la burguesía varios siglos atrás, por lo que la mayoría de viviendas de lujo de la zona se adaptan al patrimonio arquitectónico que posee el lugar.
El distrito de Sarrià-Sant Gervasi es el gran referente de Barcelona en lo que a inmuebles exclusivos se refiere, pero este tipo de propiedades cada vez están más presentes en otros barrios de la ciudad condal. Solo así se explica que en 2017 la venta de estas viviendas aumentará en un 30% respecto al año anterior. La nueva ubicación favorita para los compradores de este tipo de casas son los barrios de Les Corts (que siempre había tenido cierto tirón, pero no hasta este punto), Eixample o Ciutat Vella, nuevas sedes de la exclusividad.
Estos barrios acogen la mayoría de viviendas de lujo en Barcelona, que acumula cerca de 4.000 inmuebles de alto standing. Que estas exclusivas casas se hayan disgregado por toda la ciudad y hayan dejado de estar casi de forma única en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi obedece a dos factores: el primero, ya mencionado, a la cada vez mayor demanda extranjera, totalmente enamorada de la ciudad condal, y el segundo, a la propia geografía de Barcelona, y es que ya no hay espacio suficiente para construir más viviendas lujosas únicamente en su distrito más exclusivo.
Por lo tanto, era evidente que la exclusividad de estas viviendas se repartiría por todos los barrios de Barcelona. Algunos de ellos, son de un valor arquitectónico tan elevado que más allá de su infinito valor residencial, son prácticamente un reclamo turístico que ha favorecido a la imagen de las calles de algunos barrios. Las avenidas engalanadas con este tipo de viviendas en sus laterales ha mejorado de una gran manera la estética de algunas zonas, en las que dar un paseo aún es gratis y además, mucho más agradable para todos los sentidos, sobre todo para la vista.